Revealing the absent and failed character of that printed image that we find in different supports, buildings and t-shirts, walls and water tanks, posters and the “eyes of Chavez”. A sort of “painting” of thick and schematic outline that tries to contain and condense, beyond death, the presence of that absolute “master” that imposed a policy of exclusions and unique identities, a retrograde and self-referential way of life, a world of exclusions that seeks to homogenize eliminating dissidence and differences. Those eyes that have lost their gaze and their saying, which are only a trace and a chunk, that have ceased to be image to be mere deprivation (unsearchable targets), they are the emblem of a country expropriated from both its people and its future. Ricardo Arispe parodies and disarms an empty “painting” by abysmally repeating it in a series of images (of other “eyes”), many different ones, they are exhibited together with their differences and divergences, because in them the gaze is present, that density that singles them out and makes them unrepeatable. Joined in a mural, these other “eyes” are authentic traces of the heterogeneous core of the human, they are the effective proof of why the person is imposible to be expropiated and that its glance finds a unique, always divergent story.
Sandra Pinardi.
Collage, variable measures. 120 pieces available.
(SPANISH)
#SomosMuchos
Revelando el carácter ausente y fallido de esa imagen impresa que encontramos en distintos soportes, edificios y franelas, muros y tanques de agua, afiches y los “ojos de Chavez”. Una especie de “pintada” de trazo grueso y esquemático que pretende contener y condensar, más allá de la muerte, la presencia de ese “amo” absoluto y tutelar que impuso una política de exclusiones e identidades únicas, una forma de vida retrógrada y auto-referencial, un mundo de exclusiones que busca homogeneizar eliminando las disidencias y las diferencias. Esos ojos que han perdido su mirada y su decir, que son únicamente trazo y trozo, que han dejado de ser imagen para hacerse mera privación (blancos insondables), son el emblema de un país expropiado tanto de su gente como de su futuro. Ricardo Arispe parodia y desarma esa “pintada” vacía al repetirla abismalmente en una serie de imágenes (de otros “ojos”) que, a diferencia de los de Chavez, son carne y cuerpo, presencia y mirada, misterio y decir. Esos otros “ojos”, muchos distintos, se exhiben juntos en sus diferencias y divergencias, porque en ellos se hace presente la mirada, esa densidad que los singulariza y los hace irrepetible. Acumulados en un mural de esos otros “ojos” son huellas auténticas del tejido heterogéneo de lo humano, son la muestra efectiva de que la persona es in-expropiable y de que en su mirada se encuentra un relato único, siempre divergente.
Sandra Pinardi.
Collage, medidas variables. 120 piezas disponibles.