エスコバ鎌倉
(Escoba Kamakura)
Entre los años 1185 y 1392, en Japón, en la ciudad de Kamakura se crearon las mejores katanas conocidas hasta la fecha, esto a la par del nacimiento de los samurais y lo que posteriormente sería su legado. Ser samurai es sinónimo del ideal de la caballerosidad y el honor, pero antes que nada es el modelo perfecto de lealtad, servicio y proyección a los suyos. Es así, como las “espadas Kamakura” se convirtieron en un símbolo de honor y en el medio que -de algún modo- forjó al Japón actual en sus inicios.
Casi siete siglos después, en Venezuela, en el sector San Blas de la ciudad de Caracas, ciudadanos “comunes” tomaron la iniciativa de servir y cuidar de los suyos, por medio de la recuperación de sus espacios utilizando sus escobas y convirtiéndose en una especie de “samurais” contemporáneos, dándole una connotación distinta a este noble objeto común, convirtiéndolo en símbolo del honor que representa ser parte de un movimiento que une voluntades en la búsqueda del bien común y dando origen a la “escoba Kamakura”.
エスコバ鎌倉
Ricardo Arispe.
2022.
Medios mixtos. Ensamblaje y video performance encapsulados en acrílico.
85 x 55 x 20 cm.
Obra desarrollada para contribuir a la recolección de fondos para el proyecto “El poder de la escoba” de la organización Uniendo Voluntades.